Podemos definir fundición como el proceso por el que la materia prima es llevada de un estado sólido a un estado líquido mediante el aporte de una fuente de calor. Durante este proceso se introducen una serie de composiciones químicas por lo que obtendremos nuevas propiedades del metal que extraigamos. Este material se introduce en un molde (“colada”) procediéndose a su enfriamiento y obteniendo así las piezas que posteriormente serán materia prima de otro proceso de producción. Existen diferentes tipos de colado en los que no vamos a profundizar puesto lo que nos ocupa son los riesgos que podemos encontrar en general en una fundición y los equipos de protección individual con los que poder minimizarlos.
En las fundiciones como en el resto de actividades del sector del metal, observamos casi la totalidad de riesgos que recoge la Ley de Prevención ; queremos destacar los siguientes:
- Caída de objetos pesados ( materia prima cargada en los hornos)
- Caídas al mismo o distinto nivel.
- Calor: Las enfermedades por estrés térmico constituyen un importante riesgo debido a la radiación infrarroja procedente de hornos y el metal en proceso de fusión.
- Quemaduras por proyección del metal fundido.
- Sobreesfuerzos por levantamiento de cargas.
- Riesgos químicos: durante el proceso de fusión existe una sobreexposición a gases y otras sustancias que son altamente dañinas para el trabajador.
- Contactos directos o indirectos con electricidad.
- Cortes por objetos móviles e inmóviles.
- Exposición a vibraciones.