¿Pozos de visita prefabricados o fabricados en obra? ¿Cuál es mejor?
¿Aún no estás seguro de qué tipo de pozo de visita utilizar? Tanto los prefabricados como los fabricados en obra tienen sus ventajas y beneficios, pero también sus contras. Lo cierto es que, sea cual sea el que elijas, no debes dejar de lado las estructuras que complementan su función: las tapas y brocales de fierro fundido.
Para poder profundizar en el tema debemos comprender la relevancia de lo que implica un pozo de visita dentro de una obra.
Los pozos de visita son aquellos que nos ayudarán a realizar tareas de mantenimiento e inspecciones para asegurarnos que todo esté marchando adecuadamente.
Además, los pozos nos ayudan a realizar interconexiones entre tuberías y dichas conexiones serán las que se cuidarán con evaluaciones constantes.
Antes de comenzar, conozcamos un poco más a detalle a los pozos de visita.
¿Qué compone a un pozo de visita?
A grandes rasgos, podríamos decir que el pozo de visita está compuesto por los siguientes elementos:
- Base
- Cuerpo anillo elevador
- Cono
- Dona
- Tapa
- Brocal de fierro fundido
¿De qué materiales están hechos los pozos de visita y brocales?
Entre los materiales más comunes con los que se fabrican los pozos de visita podemos encontrar los siguientes:
- Concreto
- Fibra de vidrio
- Moldeado de plástico
Cabe aclarar que, algunos materiales (como el moldeado de plástico) pueden ofrecerte compatibilidad con algunas tecnologías.
Y, en lo que respecta al brocal y la tapa, estos pueden ser fabricados con:
- Fierro fundido
- Concreto polimérico
Ambos resultan ser materiales muy resistentes, sin embargo, su uso puede variar dependiendo del nivel de tránsito que circule sobre la tapa. Donde, siguiendo esta lógica, cuando el tráfico es bastante fluido y pesado, la mejor elección sería el fierro fundido.
Ahora que ya tenemos más claro qué es un pozo de visita y cómo se compone, veamos las principales ventajas entre los prefabricados y los fabricados en obra. Así podrás tomar una mejor decisión.
Pozos de visita prefabricados
Tal como su nombre lo dice, estos pozos se adquieren fabricados; ya están listos para ser instalados al momento de llevarlos a la obra.
La ventaja de este es que te ahorra tiempo al momento de llevar a cabo la instalación porque ya está construido. Además, en lo que respecta a tu obra ya tendrás las medidas que requerirás para hacer su instalación.
Otro de los beneficios que tienen este tipo de pozos es que pueden ser personalizados para tu proyecto. Son más consistentes y hay menores probabilidades de tener alguna dificultad en comparación de los pozos de visita fabricados en sitio, aunado a una vida útil más larga.
Pozos de visita fabricados en sitio
Los pozos fabricados en obra se construyen en el lugar donde se hará la instalación. La ventaja de estos pozos es la versatilidad que tienen para acoplarse a las condiciones específicas de la obra.
En este sentido pueden ser más flexibles en cuanto a los parámetros que una obra exija en el momento.
No obstante, su desventaja recae en el tiempo de fabricación del pozo y por ende puede llegar a ser menos consistente en cuestiones de calidad y seguridad.
Entonces, ¿Cuál elegir?
Aunque existen ventajas y desventajas por parte de ambos tipos de pozos, lo cierto es que la mejor opción siempre dependerá de los requerimientos específicos del proyecto.
Si tú ves más viable fabricar el pozo durante la obra debido a que no tienes contempladas las medidas, entonces solo procura hacerlo con la mayor calidad posible.
Por otro lado, si lo que menos tienes es tiempo, entonces lo mejor sería comprar un poco de visita prefabricado.
Si aún te sientes con la duda, contacta a un experto para asesorarte.
Por nuestra parte, podemos darte una pequeña recomendación, aunada de asesorarte sobre qué brocal de fierro fundido elegir.
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Entre las estructuras que más nos especializamos están:
Monte de Sion